Reconstrucción facil de mujer.

La tecnología de reconstrucción facial ha dado un nuevo paso al permitirnos contemplar el rostro real de una mujer micénica que vivió hace más de 3.500 años.

Como sabrán, este avance no solo pone cara a los personajes del pasado, sino que también reescribe parte de la historia que creíamos conocer, ofreciendo una nueva perspectiva al estudio antropológico y a la comprensión de los roles femeninos en la Edad de Bronce.

Tecnología de reconstrucción facial permite conectar pasado y presente

La realidad es que el nuevo rostro proviene de una tumba ubicada en Micenas, el legendario enclave griego situado al suroeste de Atenas. 

Al parecer, este sitio arqueológico, famoso por ser la supuesta residencia del rey Agamenón según Homero, ha vuelto a ser noticia por la reconstrucción digital del rostro de una mujer enterrada allí entre los siglos XVI y XVII a. C.

En esta ocasión, con el trabajo en conjunto de arqueólogos, antropólogos forenses y artistas digitales, hoy es posible mirar a los ojos a una mujer real del mundo antiguo. 

Cabe mencionar que, la historiadora Emily Hauser, profesora de la Universidad de Exeter, se encargó de la reconstrucción digital y afirmó que: «Es increíblemente moderna. Me dejó sin aliento«.

Una mujer poderosa en una cultura guerrera

La mujer, que murió a los treinta y tantos años, fue hallada con una máscara funeraria de electro (una aleación de oro y plata), y un conjunto de armas, incluidas tres espadas. 

Ten presente que, durante décadas se creyó que estas armas pertenecían a un hombre sepultado junto a ella. Lo cierto es que el análisis genético reciente reveló que ambos eran hermanos, no esposos.

Por lo pronto, este descubrimiento desafía la narrativa tradicional sobre los roles de género en la Antigüedad, el cual tendía a relegar a las mujeres a un segundo plano. 

Vale aclarar que, en el caso de esta mujer, ella fue enterrada por su linaje, no por su matrimonio, con lo cual, eso cambiaría todo. 

Rostros del pasado con tecnología del presente

El rostro actual de la mujer fue recreado por el artista digital Juanjo Ortega G. quién tomó un molde en arcilla hecho en los años 80 por la Universidad de Manchester, precursora de los métodos modernos de reconstrucción facial forense. 

Es más, gracias a los avances en análisis de ADN, datación por radiocarbono e impresión 3D, se logró una imagen sorprendentemente realista.

Esta reconstrucción no solo tiene un valor estético, sino también académico, ya que permite humanizar a figuras históricas que hasta ahora eran anónimas, y reivindicar la presencia femenina en las narrativas clásicas.

Mujeres olvidadas que vuelven a la historia

En su próximo libro Mythica: A New History of Homer’s World, Through the Women Written Out of It, Hauser aborda cómo estas nuevas herramientas tecnológicas están dando voz y rostro a las mujeres de la Antigüedad que fueron ignoradas por siglos.

El estado de los huesos de la mujer sugiere que padecía artritis, posiblemente producto de trabajos físicos repetitivos. 

En fin, gracias al avance de la tecnología, se puede conectar las experiencias reales de estas mujeres con los mitos que nos contaron sobre ellas.

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(S.M.C)

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